El periodismo en el cine ha
estado presente de muchas maneras. Ha sido protagonista-El reportero- ha servido para contextualizar-Leones por Corderos-y también como mensaje-Ejecución Inminente. La cantidad de películas dirigidas a esta
profesión es bastante amplia y la calidad variada. Actores y directores han
probado suerte con películas relacionadas con el periodismo a lo largo de sus
carreras. Terreno donde la mayoría suele salir victoriosa y esto es algo que
lleva ocurriendo desde los años sesenta.
Cortometrajes como Primera Plana, Luna nueva… forman parte
de la lista de películas consagradas acerca del periodismo. Hasta la
considerada como “mejor película” de la historia tiene el periodismo como tema
central, así es, la mítica película de Orson Wells: Ciudadano Kane
Al filo de la noticia es la
respuesta al por qué del periodismo como profesión en pantalla: un periodista suele
ser interpretado como una conjunción entre varios personajes. Un reportero, un
redactor, un corresponsal… todos ellos pueden ser vistos como “detectives de
noticias”: investigan los hechos y preguntan a los testigos, para sacar sus
propias conclusiones. Sitúenlos en un terreno, añádanle algo de riesgo y ya
tenemos la trama de una película (Corredor
sin retorno).
Otras películas, en cambio
prefieren explorar el lado más humano de esta profesión. Cuestionado muchas
veces, el periodista se encuentra con la labor de realizar noticias con la
mayor objetividad posible. Debe contextualizar las noticias dejando a un lado
las ideologías y creencias para no inferir en su significado. Suele ser en este
tipo de películas donde el personaje adopta un comportamiento más frío y ambicioso.
Destaca la noticia por encima de todo, responde a la máxima de: “el fin justifica
los medios” Háganlos un cambio en su mentalidad al final de la película, y
tendrán un recurso cinematográfico de lo más efectivo.
Sin embargo, Broadcast News es
una película que ahonda mucho más en ambos campos. Con esta fusión logra describir la profesión periodística y refleja la mente
del periodista con mayor precisión. Enfocada más hacia lo dramático que la
propia realidad, logra con éxito abarcar todas las facetas del periodismo y sus
personalidades; sus éxitos y sus miserias; su bondad y su ambición, pero más
importante, su lado más humano. ¿Cómo consigue esto?
Desde el primer minuto del film,
podemos observar que la película se centra en dos personajes: Jane y Aaron. Ya
desde jóvenes muestran interés en diferentes aspectos del periodismo. La
determinación por hacer lo correcto en Jane y la lucha por la diferenciación en
Aaron. Unidos por el trabajo, forman un equipo perfecto para la elaboración de
noticias. Hasta que el éxito del trabajo solo se refleja en un miembro del
equipo. Es aquí donde da comienzo el
primero de los altibajos de la película. Este tono discordante nos acompañara
hasta el final de la historia, y al que deberemos atribuirle el éxito de que no
queramos perder ningún detalle. Disfrutando de los momentos más graciosos y divertidos,
pero atentos por donde puedan surgir las penas.
La película también explota, como
decíamos antes, las virtudes y los defectos de la persona dentro de la
profesión. Tom es un personaje que distanciará la relación entre ambos
protagonistas y con el, se creara un triangulo amoroso entre los tres que hará
más dramática la convivencia. Asimismo, corromperá los principios de Jane y la hará dudar sobre
sus ideales: si antes buscaba la noticia y el lado humano de las noticias, con
Tom formará parte de ese “circo” de periodistas, avivados por la fama y el
poder. Pero que entre riñas y disputas Aaron
hará entender a Jane la realidad. En definitiva, es una película
recomendable que disecciona, para después criticar, la vida del periodista
dentro del periodismo. Cubierto por el manto de un ideal: lo que es justo
prevalece, aunque no siempre.